22 de marzo de 2009

El monje Thich Quang Duc

Tras una semana en New York vuelvo al blog. Prometo subir fotos en breve :)

























La mañana del 11 de junio de 1963, un fotógrafo de 30 años llamado Malcolm Browne se acercó al cruce del boulevard Phan Dinh Phung y la calle Le Van Duyet, en el centro de la ciudad vietnamita de Saigón (hoy, Ho Chi Minh) y esperó. Lo que veía era lo habitual: una protesta de monjes y monjas budistas en contra del gobierno católico de Ngo Dinh Diem, que los reprimía y les impedía profesar su credo. Disparó algunas fotos distraídamente; sin embargo, suponía que algo distinto, algo especial, iba a ocurrir esa mañana. De hecho, la noche anterior había recibido una llamada diciéndole eso.

Browne, que trabajaba para Associated Press, y David Halberstam, un periodista de The New York Times, ya estaban por irse decepcionados cuando un automóvil frenó en medio de la calle. De él bajaron tres monjes. Uno de ellos, Thich Quang Duc, se sentó sobre el pavimento con una caja de fósforos en la mano; los otros tres comenzaron a rociarlo con gasolina.
La enorme llamarada que se generó cuando Duc encendió un fósforo comenzó a poner fin a la vida del monje y lanzó al estrellato mundial a Malcolm Browne, que para entonces ya disparaba frenéticamente su cámara.
Los testigos, que al igual que Browne no atinaron a tratar de evitar el espectacular suicidio de Duc –el fotógrafo contaría años más tarde que el remordimiento lo atormentó durante mucho tiempo–, afirmaron poco después que, mientras el fuego ardía, el monje no había movido un solo músculo, algo únicamente explicable por la notable auto-disciplina que había alcanzado en sus constantes prácticas de meditación.

LA RAZÓN
Lo que buscaba Thich Quang Duc con su inmolación era llamar la atención al mundo sobre la represión que el gobierno católico de Diem ejercía sobre el pueblo budista, que era mayoría en Vietnam.
El represor católico había recibido poco antes el apoyo explícito de los Estados Unidos –entonces presididos por John Kennedy–, que lo habían ayudado a llegar al poder con la idea de que era el mejor modo de impedir que el país cayera bajo el control comunista.
Pero cuentan que, poco después del sacrificio de Duc, cuando el presidente Kennedy tuvo la foto de Browne en sus manos –aún antes de que los diarios la publicaran–, decidió que Diem tenía los días contados.
Durante la segunda mitad del año, otros cinco monjes budistas ofrecieron su vida por la misma causa que Thich Quang Duc. Y para diciembre, el régimen de Diem había sido depuesto, Nguyen Van Thieu presidía Vietnam en su lugar, Kennedy había sido asesinado y, en los Estados Unidos, la opinión pública empezaba a unirse en bloque en contra de la guerra.

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